Sin las largas filas de la primera vuelta electoral en Brasil Ro de Janeiro votaba en una jornada tpica carioca Foto Julin lvarez
Sin las largas filas de la primera vuelta electoral en Brasil, Río de Janeiro votaba en una jornada típica carioca / Foto: Julián Álvarez.

Sin las largas filas de la primera vuelta electoral en Brasil, Río de Janeiro votaba en una jornada típica carioca, con playas y restaurantes llenos en un día «tranquilo», según repiten los vecinos, pese al clima de tensión que dominó la campaña.

Mientras tanto, los seguidores del presidente Jair Bolsonaro y los del líder opositor Luiz Inácio Lula da Silva se atribuyen la victoria, reflejando la tendencia ajustada que arrojaría finalmente el escrutinio.

Los cariocas llenaban este mediodía de punta a punta las playas de Ipanema y Copacabana. El mar agitado con sol en vertical haciendo sentir los 31 grados, recuerdan el suspiro del escritor argentino Roberto Arlt cuando visitó la ciudad en 1930: “La vida, así, es muy linda”.

Los representantes de la justicia electoral hablaban de un da tranquilo de votacin sin incidentes Foto Julin lvarez
Los representantes de la justicia electoral hablaban de “un día tranquilo de votación, sin incidentes” / Foto: Julián Álvarez.

Ya en la zona sudoeste de Río de Janeiro, sobre un morro y sin playa a la vista, se erige Rocinha, el mayor barrio popular de la ciudad -para algunos, favela, y para otros, comunidad- donde algunos de sus habitantes se dirigían hacia el Centro Integrado de Educación Pública (CIEPs) 303 Ayrton Senna para votar.

Una joven con la parte superior del bikini y un short rojo ingresó a la escuela con los brazos en alza gritando «gana Lula» varias veces. Al igual que otros electores, llevaba una remera del Flamengo pero en la mano, además de una patineta. La camiseta del club de futbol de Río que ganó la Copa Libertadores de América formó parte del código de vestimenta del día.

Los representantes de la justicia electoral, vestidos con chalecos azules, consideraron que “es más rápido y tranquilo” el momento de la elección, contrastante con la primera vuelta, en la que hubo largas filas.

Los stickers de uno y otro candidato también. Sin embargo, como constató Télam en el lugar, los de Lula son más en Rocinha. Esta tendencia se vio también en los resultados de la primera vuelta electoral, el 2 de octubre, cuando el Partido de los Trabajadores obtuvo más del 74%, mientras el Partido Liberal de Bolsonaro poco más de 20%.

«Vamos a ganar. Soy pobre y estoy a favor de los trabajadores. Lula está con el pueblo, y sus logros, como el aumento de lugares en las universidades o (el programa de viviendas) ‘Mi casa, mi vida'», dijo a Télam Andreia Baptista, de 38 años, quien llevaba un sticker con la cara de su candidato y contaba que no estaba vestida toda de rojo como se vistió el 2 de octubre porque la «insultaron en la calle».

Dijo que con Bolsonaro «los pobres son olvidados» y comentó que tiene un hermano que es «casi analfabeto» y, como además es evangélico, «repite todo lo que el pastor repite». Agregó que las iglesias estuvieron haciendo campaña por Bolsonaro: «ya vi a los pastores haciendo banderazos en la calle a favor de él», explicó.

Los brasileos votan en el balotaje de la eleccin presidencial entre el mandatario Jair Bolsonaro y su rival Luiz Incio Lula da Silva Foto Julin lvarez
Los brasileños votan en el balotaje de la elección presidencial entre el mandatario Jair Bolsonaro y su rival Luiz Inácio Lula da Silva / Foto: Julián Álvarez.

Al llegar a su lugar de votación, Aluizio Araujo, de 78 años, caminaba lento y haciendo pausas. Con una gorra con la bandera de Brasil para evitar los fuertes rayos de sol, avisó que apoyaba a Lula: «Gané en el primer turno y voy a ganar este domingo también». Es nordestino, pero vive en Rocinha desde joven. «Cómo es lindo vivir en democracia, ¿no?», agregaba con una sonrisa.

Los representantes de la justicia electoral, vestidos con chalecos azules fácilmente identificables, que colaboraban en los lugares de votación, repetían que dado que solo se debe votar en una categoría electoral, “es más rápido y tranquilo” el momento de la elección, contrastante con la primera vuelta, en la que hubo largas filas.

«Por Lula», anticipó su voto Bianca Ferreira da Silva, de 28 años y cabello rizado, ante la pregunta de Télam. Hablaba mientras caminaba en la breve fila que había para entrar a una de las aulas de votación. «Merece volver porque peor de lo que estamos no se puede», decía la joven, que se cubría la boca al sonreír, ocultado la falta de algunos de sus dientes frontales.

La disminución del desempleo y la inflación son dos puntos que llevaron a Gomet Sales, de 70 años, a votar por Bolsonaro. En tanto, Lidiani, de 41, llegaba junto a su hija adolescente también a votar por el presidente “porque vamos a ver qué puede hacer. Lo otro ya probamos y no funcionó. Si nosotros robáramos como ellos, estaríamos presos”, comentó.

Son unos histricos comicios para los cuales fueron convocados 156 millones de personas Foto Julin lvarez
Son unos históricos comicios para los cuales fueron convocados 156 millones de personas / Foto: Julián Álvarez.

Darcy Ribeiro, uno de las personalidades retratadas en las paredes de la escuela junto a -entre otros- Paulo Freire, fue el antropólogo que ideó el proyecto educativo ambicioso de educación integral del gobernador Leonel Brizola (1983-1987 y 1991-1994).

En el colegio Santo Agostinho, del barrio tradicional de Leblón, Fernánda Esteves, psicóloga de 57 años, esperaba que su esposo terminara de votar. “Lo más importante es cambiar el rumbo de estos cuatro años”, decía, y agregaba que lo que más rechaza de Bolsonaro es “su falta de humanidad”. Pidió disculpas por estar “sudada” pero es que había terminado de correr y fue a votar. “Votaría en cualquier cosa, aun si no fuera humana con tan de sacarlo”, aseveró.

“Voté para cambiar el fascismo. Yo fui criada en la dictadura porque nací en enero del 64, y así como sufrimos en la dictadura, ahora también”, dijo Junia Raymundo que vestía una falta y remera blanca como su pelo, y llevaba un prendedor rojo, igual que el labial que tenía puesto, con la cara de Lula.

Las identificaciones partidarias son más equitativas en este barrio de la zona sur de Río donde sin embargo en la primera vuelta Bolsonaro se impuso con un 43,6% de los votos contra 38,5% de Lula.

Los seguidores del presidente Jair Bolsonaro y los del lder opositor Luiz Incio Lula da Silva se atribuyen la victoria reflejando la tendencia ajustada que arrojara finalmente el escrutinio Foto Julin lvarez
Los seguidores del presidente Jair Bolsonaro y los del líder opositor Luiz Inácio Lula da Silva se atribuyen la victoria, reflejando la tendencia ajustada que arrojaría finalmente el escrutinio / Foto: Julián Álvarez.

Cristiani Araujo Lima, de 56 años, llevaba un pantalón amarillo y la camiseta «verdeamarela» de la selección brasileña con aros de los mismos colores. “Soy una mujer del agro y a mi familia el MST (Movimiento Sin Tierra) ocupó tres haciendas en (el estado de) Bahía”, aseguró, y criticó a Lula porque acusó al agro de “fascista”. “Mi padre construyó todo (esos campos donde crían ganado) y ahora van esos vagabundos a invadir. PT (Partido de los Trabajadores) significa no trabajar. Mi pavor por los ‘petistas’ es inmenso”, sostuvo la mujer rubia con extensión de pestañas.

Otras dos mujeres, Lucía Cremas, de 62 y con una bandera de Brasil en la espalda, y Daniel Pedras, de 59, antes de subirse a una camioneta 4×4 se lamentaban por la “situación” de otros países de América Latina que para ellas están peor que Brasil. Aclararon, de paso, que con Bolsonaro “las estatales dieron ganancias”, admitieron que temen “ser como Venezuela” y hablaron del “trillón de reales” que se robaron los gobiernos del PT.

Fuera de la escuela, la ingeniera y empresaria de 29 años Kim Olivera esperaba a alguien junto a su perro de raza pomsky llamado Charles. Prefirió votar a Bolsonaro por los beneficios que otorgó a empresarios con las reformas laborales. De vestido verde baja de un auto Rosa, de 46 años, votaba por el Presidente porque “aun cuando habla mierda, al menos no roba tanto”.

Los representantes de la justicia electoral también hablaban de “un día tranquilo de votación, sin incidentes”.

Los comicios coronan una de las campaas ms violentas en Brasil desde el retorno a la democracia Foto Julin lvarez
Los comicios coronan una de las campañas más violentas en Brasil desde el retorno a la democracia / Foto: Julián Álvarez.

Los bares en el barrio de clase media de Flamengo, en la zona centro este de Río estaban llenos. Allí Lula conquistó el 54% de los votos contra el 32% de Bolsonaro. Votantes con identificaciones de Bolsonaro y de Lula convivían con normalidad. Mientras en los vasos los hielos se derretían en menos de 15 minutos, en una mesa, dos hombres con la remera de Brasil dialogaban sobre el “fin del derecho a herencia” que significaría un gobierno “petista”, mientras que en una mesa vecina charlaban sobre un video de la campaña del expresidente.

Enfrente, en la Universitas -casa de estudio superior privada- Daniela Portes, de 46, llevaba símbolos “petistas en toda su ropa, decía que votaba por Lula porque él “lucha por el país y por la igualdad entre las clases”.

Marta Álvarez, de 73, salió de votar en silla de ruedas junto a su hijo Joao, en lo que llaman también una jornada «tranquila». Mientras él decía que votaría por cualquiera que no sea Bolsonaro, ella confió que estaba “feliz de poder votar a Lula”. Habló de la alegría que vivió en sus gobiernos. “Tengo que tener esperanza porque si no, no me levanto”, aseguró.

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Fuente: Telam

Por admin

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