En Racing atraviesan horas de mucha angustia por el título que se le escapó este domingo. Tenía todo para ganarlo, con la ayuda de Independiente y el penal a favor sobre el final del partido ante River De convertirlo, Jonathan Galván podría haberle dado el título a la Academia. Pero lo falló y los cañones de las críticas no solo se dirigieron hacia él: también a los jugadores que no se hicieron cargo de la ejecución. Uno de los principales apuntados fue Enzo Copetti por no patearlo. Y entre quienes lo señalaron, apareció Gerardo Bedoya, ex defensor campeón con la Academia en 2001.

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«Me sorprendió que Galván pateara el penal, pensé que le iba a pegar Copetti. No sé por qué Galván le pegó tan suave, pero lo más importante es que tuvo la personalidad de patear el penal y no se escondió», disparó el colombiano en declaraciones a D-Sports Radio. El cafetero elogió la actitud de Galván, cuestionó su manera de pegarle a la pelota e indirectamente consideró que Copetti careció de carácter. Fuerte.

Unas horas antes, la mujer de Copetti, Araceli Bonino, había salido a respaldarlo vía redes sociales. «Orgullosa de vos, de lo que lográs y lo que generás. Estoy feliz de acompañarte, obvio que como todo con días buenos y malos pero así es el fútbol, así es la vida misma», escribió la mujer del delantero que espera un hijo. Y añadió:  «Para tu hija y para mi sos lo más grande que hay como jugador, pero sobre todo como persona. Quienes te conocen no me van a dejar mentir, entregas todo sin esperar nada a cambio. Estás siempre para quien te necesita».

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Los hinchas de Racing se fueron del Cilindro sin poder comprender lo sucedido. Estaban a la puerta de la gloria. Pero los corazones se rompieron. Galván, el encargado menos pensado de patearlo, le daba con poca potencia a esa pelota. Armani silenciaba al estadio. Y el defensor de la Academia entraba en la historia negra del club.

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En todo Racing  se preguntaban por qué había ido Galván al disparo y no jugadores como Gabriel Hauche, Enzo Copetti, Sigali o Gonzalo Piovi, todos con más espalda que el ex Globo. Y algunos de ellos, además, líderes: el Demonio y el Oso. Fernando Gago no intervino en la elección; dejó que sus dirigidos deliberaran quién remataría, según la confianza de ellos. Galván, valiente, le puso el pecho a ese desafío, al quinto penal que pateó en su carrera

Copetti venía de errar un penal en el último clásico de Avellaneda (dio en un palo) y en la definición por esa vía, en la semifinal de la Copa de la Liga pasada ante Boca, se lo atajó Agustín Rossi. Más allá de eso, por ser el goleador del equipo, era más lógico que pateara él antes que Galván.

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Cuando el juez lo cobró, Galván y Hauche aparecieron cada no con un balón en la mano. Arrancaron una charla con Piovi y Mena, y enseguida se sumaron Copetti, Nicolás Oroz y Maxi Romero. Galván giró y se dirigió, decidido, a acomodar la pelota. Y Copetti, que ya había tomado la que tenía Hauche, la lanzó afuera del campo. Una secuencia que tuvo el peor final.

Fuente: Olé

Por admin

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