Hay finales tristes, otros que pueden ser insulsos, pero también los hay felices. Muy felices. Como el que escribió Néstor Ortigoza en el Nuevo Gasómetro este sábado, cuando junto a su amigo Sebastián Torrico cerraron sus carreras como profesionales y en un marco inmejorable: San Lorenzo goleó, se clasificó a la Copa Sudamericana y todos los hinchas los ovacionaron. Y para el Gordo, el capitán eterno, hubo otro hecho muy especial que logró cumplir y que emocionó a todos los fanáticos del Ciclón…
Es que después del triunfo y clasificación llegó el momento que todos esperaban: el homenaje a estos dos ídolos que dejaron su huella indeleble en el conjunto de Boedo (ambos ganaron el Inicial 2013, la CL 2014 y Supercopa Argentina 2015). Hubo lágrimas, aplausos, abrazos con sus compañeros, con sus familias, palabras emotivas de Torri y Orti para todo el pueblo de San Lorenzo… Y para el ahora ex volante de 38 años también hubo tiempo para cumplir «un sueño», tal como él mismo definió.
La emotiva salida de Torrico y su padre
«Mi viejo fue el que me llevó por primera vez a la cancha y hoy quiero que me retire mi viejo de la cancha, Ése es mi sueño», dijo por micrófono Ortigoza en el círculo central del NG, donde su papá lo estaba esperando con un abrazo. Y así, en medio de un estadio que aplaudió a más no poder, el Gordo agarró de la mano a su padre y ambos se retiraron de la cancha. Muy emocionante.
Fue el final perfecto, el cierre que merecía tanto Ortigoza como Torrico y como todo el pueblo del Ciclón, que después de mucho sufrir encontró una alegría en el epílogo de la Liga Profesional. Y por eso el propio capitán no dudó en afirmar que «Me voy feliz, contento, hicimos una carrera espectacular. Aguantamos los chaparrones y hoy nos despedimos con nuestra gente, como queríamos. Nos vamos con el objetivo cumplido». Dicho y hecho…
¡Hasta hubo penal entre Orti y Torrico!
Fuente: Olé