Parece un capricho del destino: después de todo lo que pasó desde ese fatídico 6 de octubre cuando se suspendió por la feroz represión policial en 60 y 118, Boca está donde estaba entonces. Deportivamente, llega a La Plata igual que como se fue luego de ese frustrado partido: segundo en la tabla, a dos puntos de Racing (entonces el puntero era Atlético Tucumán) con un partido menos y dependiendo de sí mismo.
Dario Benedetto
prensa Boca
Lamentablemente no puede decirse que todo está como entonces, porque un acto de estupidez irreparable se llevó una vida, la de Lolo Regueiro, el hincha de Gimnasia que fue en familia a una fiesta del fútbol y terminó muerto en la cama de un hospital. Puesto en perspectiva, es un partido importante, que define cosas, los dos equipos, de acuerdo a sus objetivos, se juegan mucho. Pero volver a jugar un partido después de lo que pasó obliga a revisar qué cosas son de vida o muerte y qué cosas no…
Lo deportivo
Si bien numéricamente el panorama es prácticamente igual para el equipo de Ibarra, el contexto no. En el minipartido de comienzos de mes, Boca venía enrachado, con 10 triunfos y tres empates, nadando en las mieles de haber ganado el clásico y en plena caza de los tucumanos. De hecho, el escándalo de los gases lacrimógenos no afectó mayormente al equipo, que después de la suspensión en La Plata siguió ganando (2-1 a Aldosivi en casa, 1-0 a Sarmiento en Junín).
Pero apenas un partido, o un instante, ese arranque del segundo tiempo en Rosario frente a Newell’s, cambió la energía. Los errores en el gol de García, los cambios de Ibarra, el resultado final, la racha invicta que terminó, sacaron a Boca del estado de gracia, del ganar pese a todo. Volvieron las dudas, se empezó a hablar de un plantel cansado (¿cuando ganaba de a uno en fila no había cansancio?), todo potenciado por el triunfo de Racing en Lanús, todo pese a jugar un partido flojo, de casi no haber pateado al arco. ¿Ahora al que se le alinearon los planetas es a Gago? ¿Y qué pasó con el Ibarra Ferguson que imaginaban muchos? ¿Tan rápido cambian las cosas?
Quizá por eso, Boca pensó en postergar el partido 24 horas, para ordenar la tropa, para darle a Figal la chance de jugar con 24 horas más de descanso. Eso, más la inclusión de Romero por Medina (ver página 6) habla de la intención de poner un equipo más maduro, con menos pibes, aunque sigue Langoni, a estas alturas un insustituible.
“¡Boca nunca teme luchar!”. Apenas terminó el partido de Racing, lo que significó que, al menos por unas horas, cambie la punta del torneo, el twitter oficial del club bajó un mensaje. Mensaje que, casi al mismo tiempo, bajó Juan Román Riquelme en la misma concentración de Boca, a la que concurrió para hablar cara a cara con cada uno de los jugadores. Menos que un gesto de preocupación, una necesidad de reforzar anímicamente a un plantel al que se lo vio golpeado en la derrota en Rosario. Así, a Boca no le queda más hacerse fuerte y que no lo tape el Bosque. Ganar y terminar la faena (el domingo a las 17) en la Bombonera ante Independiente. Enfrente, un Gimnasia también necesitado, que necesita ganar para entrar en la Libertadores, que tendrá un marco caliente que nos recordará lo que pasó…
Brahian Alemán
PRENSA GIMNASIA
Posibles formaciones
Gimnasia: Rey; Guillermo Enrique, Leonardo Morales, Piris, Colazo; Ramón Sosa, Agustín Cardozo, Alemán, Benjamín Domínguez; Eric Ramírez y Soldano.
Boca: Rossi; Advíncula, Figal, Zambrano, Fabra; Oscar Romero, Varela, Pol Fernández Juan, Ramírez; Langoni y Benedetto.
Se jugarán 81 minutos, tras la suspensión cuando estaban 0-0 a los 9 minutos.
Hora: 15.
TV: TNT Sports.
Fuente: Olé