Los balones usados durante las Copas Mundiales de Fútbol evolucionaron gracias a la utilización de nuevas tecnologías que permiten definir aspectos como velocidad, impermeabilidad, precisión y diseño.
Fueron fabricados por el país anfitrión entre las ediciones de 1930 y 1966, y desde 1970 se encarga la compañía alemana de equipamiento deportivo Adidas, la cual tiene contrato con la FIFA hasta 2030.
En el acuerdo con la FIFA, Adidas se comprometía a distribuir la pelota anticipadamente entre los participantes y ya no ser dispuesta por el país anfitrión, para evitar su ventaja.
El primer balón de la empresa para el torneo fue bautizado Telstar Durlast, en honor al satélite que hacía posible la transmisión del evento a diversos rincones del orbe. En México 1970 los gajos de cuero fueron reemplazados, dando paso a los tradicionales de color blanco con cascos negros poligonales. El de Argentina 78 y España 82 se utilizó el famoso balón Tango. Cuatro años más tarde se utilizarían por primera vez materiales sintéticos para aumentar la impermeabilidad de la pelota y para 1986 sería el material principal en el balón Azteca.
Con el paso de los años, el balón fue cambiando progresivamente haciéndose cada vez más liviano y veloz, perfeccionando su curvatura hasta llegar en 2006 al Teamgeist, que con catorce cascos (dieciocho menos que los de su antecesor, Fevernova) unidos por soldadura térmica lo hacen casi esférico en su totalidad.
En Sudáfrica 2010 se perfeccionaron las características de todos los balones, el resultado fue: la pelota Jabulani; que con sus características tridimensionales cuenta con ocho cascos (seis menos que un Teamgeist).
La marca alemana Adidas presentó Brazuca, el balón oficial de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014. Su nombre, Brazuca, es una expresión popular que significa “brasileño” y que se emplea para describir el modo de vida de ese país. Su colorido diseño de seis paneles se inspira en las pulseras de la suerte de Salvador de Bahía y refleja la pasión y alegría que el fútbol transmite en Brasil.
La Telstar 2018 tiene un chip que permite que quienes adquieran uno de estos balones puedan interactuar con el balón mediante su teléfono inteligente.
La explicación detallada se comprende mejor con el video producido por Aprende un poquito, en el que se puede ver la evolución del balón a través de los años.