Desde el Ente Provincial de Agua y Saneamiento aseguraron que las instalaciones son vandalizadas en forma regular. La situación afecta al servicio y que requiere un costo adicional en materia de seguridad.
El Gerente de Producción de Agua Potable del EPAS, Luis Acuña, aseguró a LU5 que con frecuencia las instalaciones de agua y cloacas son destruidas, lo cual obliga a tener “personal de seguridad y pagar adicionales de policía que genera un costo extra al servicio”.
“Anoche accedieron a un predio que está detrás de la Legislatura y nos robaron el cable de alimentación de energía que abastece al sector alto de la ciudad. Cortaron un tramo de cable necesario para que deje de funcionar el bombeo y de esa manera nos quedamos sin información para evitar el rebalse”, explicó Acuña.
En relación a las pérdidas que sufren a menudo, el Gerente de Producción del EPAS dijo que “deben ser unos 100 metros de cables que nos han robado” y que puede ser significativo o no, pero que “el mayor costo es la afectación en el servicio”.
“Anoche no tuvimos una afectación significativa en el servicio, logramos conseguir el cable en nuestro depósito y a las 14 horas el servicio ya estaba disponible”, explicó Acuña en relación a lo sucedido durante la noche del lunes.
“Algún conocimiento tienen. Son predios cercados con alambre perimetral, pegados a la Legislatura, pero se arriesgan y acceden igual. En la mayoría tenemos seguridad, en otros no, y aún así en los que tenemos seguridad han entrado y golpeado al guardia en más de una oportunidad”, aseguró Acuña.