Seguramente la entrevista de Antonio Barijho @BocaPredio, la cuenta exclusiva del Centro de Entrenamiento de Ezeiza, tenía un foco diferente e iba por otro lado, como ser su presente como técnico de la Séptima División de Boca o el crecimiento de muchos chicos que siguen dando sus primeros pasos en el Xeneize. Sin embargo, el Chipi transformó ese mano a mano en una nota que dio que hablar por su fuerte confesión sobre su muerte.
«Yo ya me puedo morir contento, feliz, ya disfruté la vida, al sigo disfrutando», arrancó diciendo el ex delantero de 45 años. Y remató: «Le dije a mi familia que cuando me muera,agarren todas las cenizas, me lleven a la cancha de Boca y me tiren ahí que quiero seguir viviendo feliz desde el cielo y seguir alentando a este club. Quiero hacerlo otra vez: mi infancia, mi sufrimiento y pasarla mal, y lograr todo lo que logré con Boca. No cambio nada. Que me pase lo mismo».
El amor de Barijho por Boca es gigante, está a la vista. No es la primera manifestación que hace públicamente, lo vive haciendo en sus redes sociales, subiendo fotos en sus redes sociales con distintos personajes del Mundo Boca en el día a día del Centro de Entrenamiento, e incluso con Juan Román Riquelme.
El Chipi vive para Boca. Desde su trabajo en Inferiores, pero también siendo parte del equipo Senior del Xeneize, que cuenta con muchísima figuras, incluido el propio Hugo Ibarra, entrenador de la Primera.
Barijho, además de dirigir a la Séptima, también juega en el Senior de Boca. Ibarra es compañero.
En total, el Chipi Barijho jugó en Boca desde 1998 hasta el 2004, etapa en la que cosechó 102 partidos, 45 goles y siete títulos: tres Torneos Aperturas (98, 2000 y 2003), dos Copas Libertadores (2000 y 2001) y como si fuera poco, la Copa Intercontinental ante el Real Madrid en el 2000.
La gran hazaña: la Intercontinental ante el Real Madrid
«Nosotros nunca le tuvimos miedo a ningún equipo», dijo Barijho sobre el partido con el Real Madrid. Y enseguida reveló más intimidades de aquel 28 de noviembre de 2000 en Tokyo… «La verdad que los desestabilizamos ahí», contó. Y confesó parte de la estrategia: «Le gritamos de todo a Figo, lo cargábamos, miraba para el banco, porque justo el primer tiempo jugó del lado nuestro. Lo jugamos y lo ganamos. Y ahi sí, se cambió la camiseta, pero no fuimos a cambiar la camiseta, fuimos a ganar una final».
Además, sobre el encuentro contra los Merengues el Barijho dijo que «fue el partido de nuestras vidas», que «queda grabado para todas nuestras familias y para todo el Mundo Boca» y que «le regalamos a la gente de Boca la satisfacción más importante para el club, que fue ganarle al Real Madrid».
Fuente: Olé