El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de China registró en septiembre un aumento del 2,8% interanual anual, la mayor cifra desde abril de 2020, según consignó la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
No obstante, el índice núcleo continuó en baja lo cual, según los analistas, anticipa una baja en el IPC general.
Tras marcar en agosto un 2,5% interanual, la inflación en China repuntó al 2,8% en septiembre, lo cual se vio motivado por la suba de los precios de la carne de cerdo y de las verduras, según afirmó la ONE en un reporte difundido por las agencias AFP, DPA y Bloomberg.
Las subas de estos productos básicos fueron impulsadas por las altas temperaturas y la bajas precipitaciones que afectan al país asiático.
Las subas de la carne de cerdo y de las verduras fueron impulsadas por las altas temperaturas y la bajas precipitaciones que afectan al país asiático
De hecho, las autoridades tuvieron que recurrir a sus reservas congeladas de carne de cerdo para intentar paliar el encarecimiento.
Entre los componentes de la canasta de alimentos –que subió 8,8% interanual-, la fruta subió 17,8% mientras que las carnes promediaron 16%, con la de cerdo escalando 36%.
La inflación de los precios al consumidor subió a un máximo de 29 meses en septiembre y ahora está rozando el techo preferido del Gobierno del 3%, pero esto se debió a un aumento en la inflación de los alimentos «que probablemente resulte temporal», afirmó Ichun Huang, economista de Capital Economics.
Para los próximos meses se espera un retroceso de la inflación e incluso un panorama deflacionario según los analistas.
La inflación núcleo cayó de 0,8% a tan sólo 0,6% anual, el menor nivel desde marzo de 2021.
Por su parte, el índice de precios de producción industrial mayorista subió 0,9%, tras un incremento de 2,3% en agosto.
La baja se debió a una estabilización en los precios de las commodities, especialmente en las vinculadas con la minería y la manufactura, al igual que el petróleo.
La caída del consumo en China y el impacto en el gasto de las sucesivas cuarentenas por la Covid-19, le colocaron un freno a la inflación y deterioraron la confianza
La caída del consumo en China y el impacto en el gasto de las sucesivas cuarentenas por la Covid-19, le colocaron un freno a la inflación y deterioraron la confianza, junto con la crisis en el mercado inmobiliario, según los economistas.
“China está llegando a una era de deflación a medida de que la actividad económica mengua”, señaló Raymon Yeung, de Australia & New Zealand Banking Group.
En tanto, para Bruce Pang, de Jones Lang Lasalle Inc., el dato inflacionario muestra que “la recuperación en la demanda es débil y lo está haciendo a un menor ritmo que la actividad manufacturera”
Los especialistas coinciden en que la economía necesita más estímulo por parte del banco central chino, entidad que hasta el momento se negó a bajar de forma sustancial sus tasas de interés.
Sin embargo, para el Gobierno, el foco sigue siendo la estabilidad.
Dong Lijuan, jefe de estadística de la ONE, señaló en un comunicado que las autoridades “tomaron muchos pasos para asegurar la oferta de importantes bienes al consumidor y para estabilizar los precios” el mes pasado.
Fuente: Telam