El FMI afirmó que con el programa en marcha y apoyo político Argentina podrá bajar la inflación
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La titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, destacó este jueves el compromiso del gobierno argentino de cumplir con el programa acordado con el organismo multilateral al señalar que el ministro de Economía, Sergio Massa, «se ha tomado muy en serio el compromiso de cumplir» con lo establecido en ese entendimiento, y puso el foco en la necesidad de «controlar la inflación».
Así lo expresó durante la conferencia de presentación de la Asamblea Anual el FMI y del Banco Mundial que tuvo lugar esta mañana en la ciudad de Washington, en la que subrayó la importancia de que el Gobierno «se tome muy en serio la necesidad de controlar la inflación», algo que, consideró, es «lo que espera el pueblo argentino».
Luego, por la tarde, el director del Departamento Occidental, Ilhan Goldfajn, quien estuvo reunido con Massa el martes en una bilateral junto con el jefe de la misión para la Argentina, Luis Cubeddú, sostuvo que «si la Argentina continúa implementando el programa acordado con el FMI, con apoyo político y en forma sostenida, gradualmente permitirá conducir al país hacia la senda correcta» para bajar la inflación.
«El foco principal debe ser seguir el programa», concluyó Goldjfajn en una conferencia de prensa regional, quien estuvo reunido nuevamente por la mañana del jueves con Massa y sus pares de la región, y que sobre el final de la tarde estará presente en la reunión del ministro de Economía argentino, con Gita Gopinath.
El Fondo está convencido que con la implementación del programa vigente, la Argentina podrá «gradualmente reducir la inflación», a la vez que reconoce que el país no tiene muchas otras alternativas para reencauzar la economía, ya que «no puede aplicar un plan de apreciación del tipo de cambio, porque necesita exportar y acumular reservas», resumió una fuente que conoce de cerca el pensamiento del FMI sobre la Argentina.
Esto es, el Fondo apuesta a que la Argentina «cumpla con el programa, y pueda ir racionalizando la escacez de recursos, y que el país vaya en la dirección de políticas como la segmentación de tarifas, para administrar mejor los subsidios a los más necesitados».
A la vez el FMI considera que la Argentina llegará a un 1,9% de déficit fiscal el año que viene, y «una expectativa importante al respecto está depositada en la puesta en marcha del gasoducto Néstor Kirchner, que estaría operativo a a partir de junio, y que podrá morigerar el déficit de la balanza energética en julio y agosto, y ayudar a reducir el déficit fiscal y la salida de reservas», resumió la fuente.
«Es lo que se llama la política de oferta, continuó, y mientras tanto, ante la escasez hay que seguir haciendo política de demanda con la mejora en la distribución de los subsidios», acotó el mismo vocero, con la esperanza de que en el tiempo bajen considerablemente los subsidios a la la energía.
En tanto, Georgieva se refirió a la aprobación de las metas en el Directorio que consiguió la Argentina, que permitieron gatillar unos US$3800 millones en desembolsos.
«Hemos podido finalizar con éxito la segunda revisión con mucha atención a la reacción de las medidas de políticas», puntualizó esta mañana, en una conferencia donde el foco estuvo puesto en cómo frenar las presiones de inflación mundial.
«No podemos permitir que la inflación se convierta en un tren desbocado», advirtió.
Respecto de la Argentina agregó: «Nuestro compromiso es hacia el pueblo argentino y lo que esperan es que su Gobierno realmente tome muy en serio la necesidad de controlar la inflación, de reducirla y ofrecer una plataforma que el crecimiento se acelere, y eso es lo que apoyamos en nuestro programa«.
En ese sentido, profundizó: «Estamos conscientes de que, no sólo en la Argentina, hay presiones de parte del público que van en dirección contraria a los que más le conviene, respecto de la presión que se aumenten los gastos (públicos) cuando esto contribuye a la inflación».
Al mismo tiempo, se mostró flexible en un eventual cambio de metas hacia adelante, pero cuidando el bienestar popular: «No pensamos que un programa tiene que estar grabado en piedra; si cambia alguna parte de las condiciones, no seremos flexibles en contra de los intereses del pueblo de la Argentina«, sostuvo.
«Cuando la política monetaria pisa el freno», declaró, «la política fiscal no debe pisar el acelerador», consideró, a modo de consejo para los países que padecen inflación.
Por su parte, Goldfjan, consultado sobre si el programa incluye medidas para contrarrestar la inflación, remarcó que «el programa lo tiene presente», y agregó: «Claramente contamos con una directiva para que el programa ayude a los vulnerables, con el gasto más focalizado en términos sociales y subsidios».
En tanto Massa participó también de la cumbre de ministros de Finanzas del G20, avanzó en las negociaciones con el Club de Paris, dialogó con el Secretario del Tesoro de Francia y secretario general del organismo, Emmanuel Moulin, y mantuvo bilaterales con su pares España (Nadia Calviño Santamaría, Vicepresidenta de Gobierno y Ministra de Asuntos Económicos ).
El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, en su cuenta de Twitter, destacó que en su encuentro con Massa conversaron «sobre relaciones comerciales y económicas y de las oportunidades de integración en infraestructura productiva, las llamadas obras trasnacionales que conectan a ambos países».
Por último, Massa se entrevistó con Pull Aside, con Pascal Saint-Amans, Presidente del Comité Asuntos Fiscales de OCDE, y con Paolo Gentiloni, Comisario de Economía de la UE, y por último, concluirá su agenda oficial de hoy con la cena de trabajo del Comité de Desarrollo del Banco Mundial.
Fuente: Telam