El presidente de Rusia, Vladimir Putin, acusó este domingo a los servicios secretos ucranianos de haber provocado la potente explosión que dañó este sábado el puente de Crimea y calificó el incidente de «acto terrorista» contra una infraestructura clave, mientras Ucrania hizo una imputación similar contra Moscú por bombardear áreas civiles en Zaporiyia y dejar al menos 12 personas muertas.
«Los autores, los ejecutores y los patrocinadores son los servicios secretos ucranianos», declaró Putin durante una reunión con el jefe del Comité de Investigación ruso, según un video difundido por el Kremlin.
«No cabe duda de que se trata de un acto terrorista para destruir una infraestructura civil rusa que reviste una importancia decisiva», agregó Putin, citado por la agencia de noticias AFP.
El jefe del Comité de Investigación ruso, Alexander Bastrykin, también definió el ataque como «un acto terrorista preparado por los servicios secretos ucranianos», durante su reunión con Putin.
«Se identificaron los transportistas; con la ayuda de los oficiales operativos del FSB (sigla en ruso del Servicio Federal de Seguridad), logramos identificar a los sospechosos”, dijo Bastrykin, recogió la agencia rusa Sputnik.
Asimismo, indicó que fue abierta una causa penal bajo la carátula de terrorismo.
Una potente explosión, que las autoridades rusas atribuyeron a un camión bomba, dañó este sábado por la mañana el puente de Crimea, inaugurado 2018 y que conecta Rusia con la península, anexada en 2014, y por el que circulan trenes y automóviles.
Este domingo, buzos rusos tenían previsto examinar el puente desde el mar, según anunció el vice primer ministro ruso Marat Jusnulin. Los resultados iban a publicarse este domingo mismo, pero hasta esta noche no se habían difundido.
El Kremlin anunció además que el mandatario convocó un Consejo de Seguridad para el lunes.
Hasta este domingo, Rusia no había acusado a Kiev del incidente, que causó tres muertos, y Ucrania tampoco reivindicó ninguna responsabilidad, pero sus responsables lanzaron varios comentarios irónicos sobre el asunto.
El Ejército ucraniano y los servicios especiales de Kiev (SBU) no confirmaron ni negaron su implicación en la explosión, y Volodimir Zelenski se limitó a bromear en un video diciendo que este sábado estuvo «nublado» en Crimea, una probable referencia al humo del incendio.
El puente de Crimea también facilita el abastecimiento de las tropas rusas desplegadas en Ucrania.
Las autoridades ucranianas amenazaron con atacarlo en varias ocasiones.
Ucrania bombardeó varios puentes de la región de Jerson -fronteriza con Crimea- en los últimos meses y también golpeó bases militares en la península, ataques que revindicó meses más tarde.
En paralelo, como señal de descontento por la conducción de las operaciones, Moscú anunció el sábado el nombramiento de un nuevo jefe de su «operación militar especial» en Ucrania, el general Serguéi Surovikin, de 55 años.
Por su parte, el director del Comité Estatal Fronterizo de Bielorrusia, Anatoli Lappo, denunció este domingo a las fuerzas ucranianas de minar las rutas y volar casi todos los puentes y vías férreas que unen a ambos países en la frontera.
«Nos están presionando, apuntan a nuestros agentes de fronteras y a veces disparan al aire. Hay reconocimientos aéreos constantemente», añadió, según recogieron medios locales.
Además, Bielorrusia convocó el sábado al embajador ucraniano en el país, Igor Kizim, para denunciar formalmente a Kiev por planear un ataque dentro del país, acusación que la cancillería de Ucrania desmintió tajantemente.
En el plano de los combates, durante la noche se produjeron ataques contra edificios residenciales en Zaporiyia (sur) que mataron a entre 12 y 17 personas, según diferentes balances.
En su último informe, la administración regional de Zaporiyia dio un balance de 13 muertos y 60 heridos, entre ellos mujeres y niños. Un primer informe del ayuntamiento había cifrado el número de muertos en 17.
El canciller de Ucrania, Dimitro Kuleba, definió como un acto de terrorismo por «ataques rusos».
«Estas áreas no tienen fines militares, el único objetivo de los ataques deliberados de Rusia era causar muerte y destrucción a la población civil, sembrar el terror y el miedo», dijo en un comunicado citado por la agencia Europa Press.
En la nota, publicada en la web de la cancillería, Kuleba indicó que «atacar deliberadamente a civiles es un crimen de guerra» y que Rusia es un «estado terrorista» que debe ser «contenido de la manera más enérgica».
El ministro instó a la Corte Penal Internacional a que «envíe con urgencia a investigadores y expertos al lugar para documentar las pruebas de los crímenes de guerra de Rusia» y a Estados Unidos, a que designe a Rusia como estado patrocinador del terrorismo.
Previamente, Zelenski dijo que había 12 muertos y 49 heridos, incluido seis niños.
«No tiene sentido, pura maldad, terroristas y salvajes, desde el que dio la orden hasta el que la ejecutó, todos tienen una responsabilidad ante la ley y ante el pueblo», escribió el presidente ucraniano en Telegram.
Al menos ocho personas fueron rescatadas de entre los escombros, de acuerdo con Oleksandr Staruj, responsable militar ucraniano de la región de Zaporiyia.
Zaporiyia, en el sur de Ucrania, sufrió varios ataques en las últimas semanas. El jueves, siete misiles rusos impactaron sobre el centro de la ciudad y dejaron 17 muertos.
El Ejército ruso señaló que llevó a cabo ataques con «armas de alta precisión» contra unidades de «mercenarios extranjeros» cerca de Zaporiyia.
La ciudad de Zaporiyia se sitúa en la región homónima, donde se encuentra la planta nuclear tomada por los rusos y que se vio amenazada por los continuos combates a su alrededor.
El sábado, la agencia nuclear de la ONU alertó que la central, la mayor de Europa, había perdido su última fuente externa de electricidad debido a los ataques y dependía ahora de generadores de emergencia.
Zaporiyia es también una de las cuatro zonas cuya anexión fue anunciada la semana pasada por el presidente ruso.
Además, los servicios de seguridad rusos denunciaron este domingo un «aumento considerable» de los tiros ucranianos contra los territorios rusos fronterizos con Ucrania, que dejaron un muerto y cinco heridos en al última semana.
Los ataques se centran sobre todo en la región de Belgorod, fronteriza con la de Jarkov en Ucrania, en donde las tropas de Kiev han reconquistado miles de kilómetros cuadrados de territorio desde inicios de septiembre.
«En la última semana se han registrado más de 100 bombardeos contra 32 localidades, en los que se han utilizado sistemas de lanzacohetes múltiples, artillería, morteros y aviones no tripulados», detalló el FSB en un comunicado.
Fuente: Telam