Fuerzas israelíes buscaban este domingo a un palestino que en la noche del sábado mató a una soldado en un puesto de control en Jerusalén este, horas después de que dos adolescentes palestinos murieran a tiros en un operativo militar en Cisjordania.
Tres palestinos, sospechosos de haber participado en el ataque, fueron detenidos este domingo, informó el Ejército israelí en un comunicado.
«Las fuerzas policiales israelíes buscan actualmente un sospechoso que huyó» del lugar donde ocurrió el ataque a tiros, indicó la policía.
El Ejército dijo que aisló la zona cercana al puesto de control y que decenas de oficiales fueron enviados a la entrada y salida de Jerusalén este.
La soldado, de 18 años, falleció «a causa de las graves heridas sufridas en un ataque armado contra el puesto de control de Shuafat», un campamento de refugiados palestinos en Jerusalén este, dijo el Ejército en un comunicado.
Durante el ataque resultó gravemente herido otro israelí, de 30 años.
Dos agentes de la policía fronteriza resultaron también heridos por «fragmentos», según el cuerpo armado.
El primer ministro israelí, Yair Lapid, prometió este domingo «llevar a justicia a los responsables de este crimen odioso», que ocurrió durante las festividades judías, informó la agencia de noticias AFP.
El enviado de la ONU para Medio Oriente dijo que advirtió de un grave deterioro de la seguridad en Cisjordania.
«Estoy alarmado por el deterioro de la situación de seguridad y la intensificación de los enfrentamientos armados entre los palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes en Cisjordania» y Jerusalén este, dijo en la noche del sábado Tor Wennesland.
Asesinato previo
Horas antes, dos adolescentes palestinos fueron abatidos en un operativo de las fuerzas israelíes en Jenín, una conflictiva ciudad en el norte de Cisjordania.
Otras 11 personas resultaron heridas.
El Ejército israelí dijo que ingresó a Jenín para detener a un palestino de 25 años al que señalaron como sospechoso de disparar a sus tropas en la zona.
El incidente de el pasado sábado fue el último de una serie de frecuentes y a veces mortales acciones del Ejército israelí contra militantes palestinos que han dejado decenas de muertos entre combatientes y civiles palestinos.
Tras las últimas muertes en Jenín, la presidencia palestina pidió a Estados Unidos «ejercer una presión seria sobre Israel para detener su guerra total contra nuestro pueblo palestino».
Las acciones de Israel «empujarán las cosas hacia una explosión y hacia un punto sin retorno, que tendrá consecuencias devastadoras para todos», advirtió Nabil Abu Rudeineh, vocero del presidente palestino Mahmud Abbas, en un comunicado.
Israel ocupa Cisjordania desde 1967, y años más tarde se anexó Jerusalén este.
Unos 475.000 israelíes viven en colonias que Israel estableció en Cisjordania y que son consideradas ilegales por la comunidad internacional.
Fuente: Telam