Mientras el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anuncia la cumbre de alcaldes C40 sobre cambio climático y promociona el «Consenso de Buenos Aires» de cara a su campaña presidencial, las organizaciones del sector advierten que el referente del PRO busca instalar «su marketing verde» y que el modelo urbano de la Ciudad potencia el fenómeno del calentamiento y cuenta con bajos niveles de superficie absorbente y de arbolado.
El foro se hará en el Centro de Convenciones, entre el 19 y 21 de octubre próximo, y mostrará a Larreta junto a un centenar de alcaldes de grandes urbes -como París, Barcelona, San Pablo, Nueva York y Seúl-; en tanto que los movimientos ambientalistas planean acciones alternativas y reclaman por la instalación de un espacio de participación ciudadana en la sede de la cumbre, demanda que aún no tuvo una respuesta del Gobierno porteño, a cargo de la organización.
Los líderes políticos internacionales analizarán, junto a representantes del ámbito privado, medidas para enfrentar la crisis climática a partir de la reducción de la emisión de gases del efecto invernadero, meta que encontró obstáculos severos con el conflicto entre Ucrania y Rusia, por el cual varios países de Europa determinaron el regreso a la producción y quema de carbón como alternativa para la generación de energía.
También debatirán objetivos vinculados a la creación de empleos verdes e iniciativas de financiamiento climático que sean la base del «Consenso de Buenos Aires», según explicaron desde la administración porteña, en relación al documento final que apuestan firmar en la antesala de la próxima Conferencia de las Naciones Unidas que se hará en noviembre en Egipto y que ayude a «superar el fracaso» de la última reunión en Glasgow.
Durante el anuncio del foro, Larreta señaló que para su gestión «es muy importante la agenda ambiental y el compromiso por alcanzar el objetivo de la carbono neutralidad para 2050», es decir, lograr que sea igual la cantidad de dióxido de carbono que se emite y la que se retira por distintas vías, teniendo en cuenta que las grandes urbes son las responsables del 70% de los gases del efecto invernadero.
Sin embargo, desde las organizaciones locales Basta de Demoler, el Observatorio del Derecho a la Ciudad y Basta de Mutilar Nuestros Árboles manifestaron a Télam que la Ciudad de Buenos Aires está «en emergencia ambiental» y destacaron que el jefe de Gobierno porteño «oculta deficiencias graves en la gestión de la crisis climática» y «disfraza de verde lo que no es».
«No vemos que en la Ciudad estén haciendo algo para protegernos del cambio climático que se nos avecina», alertó Ana Bas, presidenta de Basta de Demoler, quien también trazó un panorama poco alentador respecto de la cumbre de alcaldes al señalar que «son reuniones inútiles» que algunos dirigentes, entre los que incluyó a Larreta, utilizan como parte de «sus campañas políticas».
La dirigente subrayó que «sabiendo que el 53% de los gases del efecto invernadero proviene de los edificios residenciales y comerciales, según datos de la Agencia de Protección Ambiental, no obstante impulsaron un cambio del Código Urbanístico que permitió que se triplicara la densificación y se extremen las construcciones, lo que provoca una disminución de la circulación del aire y de la superficie permeable y limita la entrada de luz y oxígeno».
Jonatan Baldiviezo, fundador del Observatorio del Derecho a la Ciudad y de El Movimiento La Ciudad Somos Quienes La Habitamos, sostuvo que «el Gobierno porteño pretende consolidar su marketing verde con el encuentro C40 ocultando deficiencias graves en la gestión de la crisis climática».
«Hay un Plan Urbano Ambiental, aprobado en 2008, que debía actualizarse cada cinco años, pero transcurrieron 14 años y todavía no tuvo ninguna actualización», advirtió y consideró que «contamos con una ley marco de planificación que se encuentra desfasada temporalmente en más de 20 años cuando la Ciudad sufrió una enorme transformación en estas últimas dos décadas».
Para María Eva Koutsovitis, coordinadora de la Cátedra de Ingeniería Comunitaria de la UBA e investigadora del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, la Ciudad de Buenos Aires se encuentra en «emergencia urbanística, ambiental y habitacional» y remarcó que el actual «modelo urbano ha potenciado el fenómeno de calentamiento» dado que «la temperatura máxima anual aumentó casi 1°C en las últimas tres décadas».
«Los datos oficiales revelan que los valores medios de superficie verde por habitante en la Ciudad de Buenos Aires, de 6 metros cuadrados, están muy por debajo de los estándares internacionales recomendados, de entre 10 y 15 metros cuadrados», detalló.
Precisó que «sin considerar cementerios, plazoletas secas, maceteros, bulevares, jardines verticales y otras categorías similares, la cifra real es de 4,7 metros cuadrados», alertó y explicó que «este indicador ambiental no se distribuye de manera uniforme en el territorio, resultando extremadamente crítico en los barrios populares, donde alcanza valores 100 veces menores a los recomendados».
Para Angélica Di Giácomo, de Basta de Mutilar Nuestros Árboles, «los temas de adaptación al cambio climático no se están ni considerando en la cumbre» y denunció que «el patrimonio arquitectónico arbóreo, la identidad barrial y la memoria personal y social están siendo destruidos al unísono».
Fuente: Telam