Marcelino Elena es un ex futbolista español. Jugó en el Mallorca, el Newcastle y también en la selección de su país. Actualmente es representante de jugadores y en esa función fue a ver el partido Gimnasia–Boca, el último jueves en La Plata, y vivió de cerca todos los incidentes.
Su testimonio fue muy fuerte y con tonos dramáticos. Lo desarrolló en el programa El Larguero de la Cadena Ser de España, y Olé lo reproduce íntegramente.
«Aparte de los gases lacrimógenos, la primera vez en mi vida que sufría ese escozor y esa falta de oxígeno que tienes, fueron esos 15 minutos. Tuve la suerte de salir del recinto, que muchísima gente no pudo, porque se nos abrió un huequecito, salimos rápido, corriendo. Pero mucha gente que no pudo hacer eso se quedó atrapada, sufrimos algunos momentos de nerviosismo cuando sucedió todo, nos pilló ahí en la grada. Una vez que nos fuimos, de incredulidad, de haber vivido una situación como esa, de preocupación, porque sabíamos que podría haber una muerte, heridos, como finalmente ocurrió«.
«Y el problema fue: no sabes lo que ocurre, cuando vimos la humareda en la grada de enfrente, estábamos en el lateral. El partido se había iniciado con retraso, mucho humo en el campo, pensamos que era una bengala, pensamos que era humo, no sabíamos que eran gases lacrimógeno«.
Una de las escenas de los incidentes en La Plata.
«Lo primero fue que los jugadores se fueron del campo, pensamos que había algo de fuego o algo así, porque veíamos que se iban con mucha urgencia. Luego se paraban con náuseas, algunos medio vomitando. Ahí nos dimos cuenta de que podía ser cosas, pero no sabíamos a cuenta de qué. Veíamos gases lacrimógenos».
«Cuando llegó el gas a nuestra grada nos afectó a nosotros también. No podía mantener los ojos abiertos. Hay pánico porque la gente se quería escapar, no había por dónde. Los accesos del estadio, en esa grada o te ibas por el extremo de la derecha o de la izquierdo. nos pilló con el asiento en el centro y arriba. No puedes salir atropelladamente porque te caes por la grada o se te puede caer alguien encima. Vas con los ojos cerrados y no sabíamos ni por dónde íbamos. De repente nos vemos entre la multitud con los ojos cerrados y tratando de avanzar a la salida. Ahí oyes chicos llorando, gente gritando buscando a su familia porque no puedes abrir los ojos y no sabes a dónde vas».
Los hinchas al ingresar a la cancha.
«La cuestión y un poco donde se generó el mayor problema es que el estadio está en en un recinto. Tú salías… bajamos de la grada y dijimos ‘ya está, aquí hay un poco menos de gas, nos pican un poco los ojos, estamos tosiendo hay mucha gente tosiendo o vomitando y mal. Pero estamos cerca de la puerta, vámonos’. ¿Y qué pasa? No se podía salir».
«Entonces, de repente tiraron otra bomba de gas lacrimógeno, a unos 50 metros de donde estábamos nosotros. Venía muchísimo humo. Hicimos el amago de salir y empezaron a sonar disparos. Claro, no sabes si son disparos de arma de fuego o que es, las pelotas de goma de la policía. La gente corriendo en desbanda por ahí y esa situación. Encontramos que justo en ese desbarajuste la policía dejó desguarnecida esa puerta donde nosotros estábamos porque los disturbios fuertes estaban del otro lado. Encontramos ese momento. Un policía nos hizo un gesto como que ‘pasas ahora o ya no pasas’. Salimos corriendo y nos fuimos. Pero nos fuimos entre ruidos de disparos y todo este follón«.
«Fue un poco peligroso, caótico, no saber qué pasa. Después nos enteramos que lo que estaban era tratando de contener a gente que trataba de entrar al estadio. Y por contener a esos no dejaban salir a los que estaban afectados por el gas».
«No teníamos tiempo de hablar con nadie ni de que un policía nos dijera nada. De hecho, lo que hice con las dos personas con las que iba era agarrarnos fuertes del brazo para no perdernos uno del otro, tratar de salir de ahí como fuese. Con esa sensación de peligro, poner tu integridad a salvo, tratar de huir de eso que está sucediendo».
1999: Marcelino junto al argentino Gustavo Siviero en el Mallorca.
Fuente: Olé