Luciana Rollie es hincha de Gimnasia y Esgrima La Plata y fue
testigo de los incidentes en el estadio del Lobo. Un hincha de 57 años
falleció durante la feroz represión policial, que se inició a 9 minutos de
haber comenzado el partido en el que el conjunto local enfrentaba a Boca por la
fecha 23 de la Liga Profesional de Fútbol. Los gases lacrimógenos llegaron al campo de juego y el partido debió ser
suspendido, mientras en las inmediaciones del estadio se desató una verdadera
batalla campal. En diálogo con LU5, Luciana Rollie relató que fue una
situación muy triste, de mucha violencia. “No lo puedo creer, ayer tomé
dimensión de la gravedad de los hechos y la verdad estoy un poco en shock”,
advirtió. “Para mi la cancha es un lugar de disfrute familiar, yo voy con mi
hijo. La policía reprimió en un lugar donde estaba lleno de familias. Yo llegué
a las 21 a la cancha y ya la capacidad estaba al 100%. Siempre voy al sector de
Socios, en ese lugar fue donde haciendo la cola empezamos a ver que la
situación se complicaba. Se sabía que iba a ser un partido donde la cosa podía
llegar a ser complejo”, contó Luciana. La joven, que vivió 8 años en Neuquén, detalló que asiste a todos los
partidos de Gimnasia, al mismo sector y siempre con su hijo de 3 años, pero
este jueves no pudieron ingresar porque la capacidad estaba colmada. Relató que
no pudieron ingresar y cuando comenzó la represión policial debieron refugiarse
en el móvil de TyC Sports. Luciana detalló que el accionar de las fuerzas fue desmedido. “La
policía le disparaba a 20 centímetro a las gente. Toda la parte de enfrente el
bosque es oscuro, solo se veían los destellos de los balazos, parecía una
película de terror lo que estábamos viviendo”, concluyó. Anoche a poco de comenzar el encuentro entre Gimnasia y Boca, en las
inmediaciones del Estadio Juan Carmelo Zerillo, se desató una serie de
incidentes cuando hinchas y socios que se quedaron afuera -por una posible
sobreventa de entradas- se enfrentaron con la policía. Hubo corridas, piedrazos y balas de goma y gases lacrimógenos, que afectaron
a jugadores, cuerpo técnico y terna arbitral, además de los hinchas de las
plateas más cercanas a los incidentes. Los simpatizantes del Lobo ingresaron al campo de juego para
resguardarse de los gases lacrimógenos. César “Lolo” Regueiro, de 57 años, se
descompensó y al llegar al Hospital San Martín de La Plata entró en paro y
murió.