Diego Simeone se caracteriza por ser un tipo vivo, capaz de reconocer oportunidades que otros no ven y aprovecharlas al máximo para sacar ventaja. Una cualidad que, después de más de una década, se ha impregnado en el Atlético Madrid. El plan de utilizar a Antoine Griezmann no más de 30 minutos por partido para evitar pagar la cláusula de compra parecía una genialidad, pero ante la urgencia por los malos resultados no les quedó otra que sentarse a negociar.
Griezmann, limitado de minutos con el Atlético Madrid.
Los Colchoneros arreglaron con Barcelona un préstamo de dos años por el delantero campeón del mundo a mediados de 2021 con la condición de que si disputaba más del 50% de los minutos, los de Madrid deberían desembolsar 40 millones por el pase. Es debido a la gran participación del francés en la temporada anterior (donde no ganaron títulos), y la consideración del club de que la cifra es exagerada, que el atacante comienza la mayoría de los encuentros sentado en el banco. Pero eso está por cambiar.
A la necesidad del Cholo, se le suma que el Barsa no está interesado en repatriar a Griezmann: el futbolista posee uno de los salarios más altos de plantel y el equipo catalán no quiere volver a transpirar con el fair play financiero, por el que ya tuvo que hacer malabares para incorporar a todos los refuerzos que llegaron en este último mercado de pases. Dadas las condiciones de ambas partes, parece que las negociaciones llegarían a buen puerto.
Simeone va a poder usar a Griezmann con libertad.
Según informan los medios españoles, el acuerdo estaría muy lejos de la cláusula pre-acordada, pero sería lo suficiente como para dejar contentos a los Culé, que esperan recibir poco más de 20 millones de euros por el pase. De prosperar, podría realizarse incluso antes del comienzo del Mundial de Qatar 2022, el 20 de noviembre. La salida del delantero no sólo traería un respiro a las cuentas del Barcelona, sino también renovarían aún más la esperanza de repatriar a Lionel Messi la próxima temporada.
Fuente: Olé