Boca puntero a cinco fechas del final, luego de una remontada impresionante desde el partido ante Atlético Tucumán. Boca en semifinales de la Copa Argentina. Boca ganando con titulares, con suplentes y con pibes. Boca invicto desde hace 13 partidos. Y Hugo Ibarra cada vez más fuerte y firme al frente del equipo, como recibiendo su cuota de mérito en las victorias, y empezando a competir para seguir en el cargo en 2023. Los elogios que le hizo este miércoles Jorge Bermúdez son una buena muestra de que el Negro está en carrera, como anticipó Olé días atrás.
«Creo que el Negro fue convenciendo al plantel, le llegó con la idea a sus jugadores para ser competitivos. Tenemos fe en lo que se hace día a día. Se armó un grupo de trabajo para competir. Todo lleva tiempo, no sólo para Ibarra, sino también para Mourinho«, dijo el Patrón en DSports Radio.
«Conoce a los chicos, se desarrolló con ellos y vivió momentos difíciles. Estamos felices por lo que está haciendo Hugo en nuestra institución, felices por lo que Gracián y Pompei hacen. Le vamos a dar el tiempo y la tranquilidad para que trabaje y después nos vamos a tomar un tiempo para analizar la situación, estamos felices y lo seguimos disfrutando. Ni lo descartamos ni lo firmamos hoy, está creciendo y demuestra carácter, estamos orgullosos como persona y amigos por lo que está haciendo, lo pensaremos con el consejo y con el vice y el presidente», agregó cuando le preguntaron si iba a seguir en caso de ganar alguna de las competencias.
De mínima, si Boca sigue por este buen camino y no se estrella a poco del final en la Liga Profesional, Copa Argentina y Trofeo de Campeones, será hasta lógico que a fin de año se plantee la continuidad de Ibarra. Porque, en caso de dar alguna vuelta, llegará fin de año y la pregunta se la harán entre Juan Román Riquelme y el Consejo de forma inevitable: ¿debe seguir el DT?
Sin embargo, no es todo resultados. En el club valoran otras cuestiones a favor de Ibarra, como la forma en que supo timonear el barco en aguas turbulentas, superar las adversidades de los primeros partidos de su interinato y encauzar el rumbo no sólo futbolístico, sino también en lo grupal con un plantel que había quedado herido por las salidas de Sebastián Battaglia y el capitán Carlos Izquierdoz. «Hay acercamiento con el jugador, el jugador entiende su idea y entiende lo que hace falta para beneficio del equipo», contó el Patrón.
Ibarra además recuperó la relación necesaria entre DT-CdF, con un diálogo mucho más fluido y sin que moleste el intercambio de opiniones, luego de que Battaglia tuviera unos últimos tiempos a los tiros por el armado del equipo y otras diferencias, al punto que una declaración después de la eliminación con Corinthians desencadenó su despedido en una estación de servicio.
De hecho, a partir de que asumió el Negro, se dio que Riquelme se preocupó por limar sus propias asperezas con el plantel, acercándose un poco más e incluso participando y transformando las comidas de los viernes en asados multitudinarios. «Son la integración de un plantel, una buena demostración de lo que es compartir de la mejor manera, una gran idea de nuestro vicepresidente, hablan todos con todos, se miran a los ojos y comparten, es muy positivo», explicó el ex marcador central que compartió equipo con Román y con Hugo.
Ibarra a la vez pareció ir creciendo partido a partido. Del técnico que no quería ser técnico a uno que le viene saliendo todo bien: las formaciones que elige, la rotación, los cambios, los pibes, hasta le sale bien y lo potencia que a River le vaya mal. Y ahí otra señal de madurez y perfil bajo: cuando el miércoles tras clasificar en la Copa Argentina le preguntaron y re preguntaron por la eliminación del clásico rival, supo responder con altura sin meterse en el barro.
Riquelme se enojó cuando lo preguntaron un mes atrás si podía proyectar a Ibarra como DT para 2023. «¿Por qué tenemos que hablar de estas cosas dentro de un año?», dijo el vicepresidente con su simpleza de vivir día a día y su facilidad para evitar dar titulares a los medios.
Y si bien Bermúdez no se anticipó y evitó firmar la renovación del DT en una entrevista radial, sí dejó claro que están más que conformes con el momento que está viviendo Ibarra al frente del equipo y cómo lo maneja: «Se le aclaró que tenía contrato hasta diciembre, nosotros vamos paso a paso, nosotros creemos en nuestro trabajo y le queremos dar tiempo para que el muestre lo que es como entrenador, y lo demostró con muchísima madurez«.
Tan entusiasmado se lo vio a Bermúdez con este Boca de Ibarra que lo comparó con el que el de Carlos Bianchi él integró entre 1998 y 2001, cuando ganó torneos locales, Libertadores e Intercontinental: «Una fuerza anímica y mental que se parece mucho, se ve en los comportamientos, en las charlas, en el día a dia, este equipo se ha fortalecido muchísimo, eso da madurez, criterio, resultados, fortalece».
Fuente: Olé