«La enseñanza de no encontrar el éxito deseado es un aprendizaje mucho más importante que cuando estamos en la vorágine del éxito y este año yo aprendí mucho en los errores y en las equivocaciones. Y eso me hace una persona con más deseos de aprender…».
Aclamado por los presentes, en medio del clásico «¡Muñeeeeco, Muñeeeeco!» que por momentos interrumpía su discurso en la Novena Cena Solidaria de la Fundación River. Marcelo Gallardo deleitó una vez a los presentes con un discurso en el que incluyó una infrecuente autocrítica y un reconocimiento que lo humaniza: incluso el mejor en su rubro también puede tener equivocaciones y lo puede admitir sin ponerse colorado.
Y en un 2022 repleto de frustraciones para su River, transitando el que para muchos es el peor año de su glorioso ciclo, claro que hubo desaciertos. Lo llamativo es que el propio protagonista los reconozca sin reparos, lo que engrandece aún más su figura.
Una figura que sigue subyugando a todos en River, al punto de que horas antes el propio presidente Jorge Brito manifestó su recurrente deseo de que el entrenador más preponderante de la historia del club lo siga acompañando durante todo su mandato, que culmina en diciembre del 2025.
Gallardo en la cenna solidaria de la Fundación.
Noviembre, «el» mes de MG
«Seguramente el mes próximo vamos a definir su continuidad», adelantó el presidente de River, aclarando que la cabeza «del mejor cuerpo técnico de Sudamérica sino del mundo» es el indicado para revertir un presente que a todas luces no es el mejor, aunque el triunfo antes Argentinos Juniors que reposicionó al equipo en la clasificación para la Copa Libertadores 2023 trajo un poco de alivio luego de la eliminación de la Copa Argentina, el último gran objetivo de la temporada que se esfumó tras la derrota en los penales ante Patronato.
Una temporada que, mirando en retrospectiva, incluyó fallas en la elección de los refuerzos, en la elección del momento en el que llegaron, en la subestimación de un calendario apretadísimo, en los planteos y hasta en la elección de los sucesivos equipos. Aun así, en Núñez nadie tiene la mínima duda: con errores y todo, el idilio con Gallardo tiene que continuar. En el 2023 y si es posible, hasta el infinito y más allá también.
«Es la primera vez en la que no estamos en una época de festejos, ya que generalmente esta reunión nos encuentra en un momento de euforia o yendo hacia el lugar donde todos deseamos, que es la consagración. Y por eso tiene más valor que estén acá y que sigan acompañando«, les agradeció el Muñeco a los cientos de concurrentes que desde sus mesas lo seguían con atención.
Y lo aplaudían una y otra vez, con devoción por más que se esté consumiendo el primer años sin títulos en los ocho años y medio de gestión del hombre que cambió el paradigma en River y que ya dejó un legado que será tan eterno como Madrid
Fuente: Olé