Un audio en el que se oye a Nicolás Pachelo relatar cómo, a su parecer, fue atacada María Marta García Belsunce el 27 de octubre de 2002 y en el que pone en duda que la víctima se haya defendido como «Rambo» de «dos o tres» atacantes, fue escuchado este lunes en el juicio que se le sigue al exvecino de Carmel por los fiscales, quienes apuntan a demostrar que el acusado contaba con información sobre el crimen.
En la primera jornada del debate tras un receso de dos semanas, declaró también como testigo un perito en comunicaciones, quien aseguró que Pachelo (46) triplicó la cantidad de llamadas realizadas con su celular los días posteriores al hecho, lo que llamó la atención debido a que «no era una persona que abusaba del teléfono».
«Si salieron hoy los ADN, vos te estás comiendo esta historia de que María Marta antes de que la maten, con un atomizador, con un cuchillo, con los dientes, con un facón hirió a todos los que la estaban matando», dijo Pachelo en uno de los audios escuchados por los fiscales Patricio Ferrari, Andrés Quintana y Federico González.
El llamado entre el principal acusado y un hombre –del que no trascendió su identidad-, ocurrió el 25 de abril de 2003 en el marco de la investigación por el homicidio de la socióloga, pero que no fue tenido en cuenta por el primer fiscal de la causa, Diego Molina Pico.
En los casi dos minutos que dura la comunicación, Pachelo volvió a decirle a su interlocutor, sí verdaderamente creyó que «esa mina (por María Marta) hirió a dos, tres, cuatro o cinco personas antes de que la maten».
«¿Vos te creés que la mina era Rambo?. A la mina le metés un tortazo y la dormís. ¿Vos te creés que peleó como una leona, una mina de 45 kilos, de qué leona me estás hablando?», expresó antes de referirse a los rastros de sangre hallados en la escena del crimen.
Según las pruebas de ADN realizadas luego del homicidio a una mancha hemática hallada en una de las paredes de la planta alta de la casa del matrimonio Carrascosa-García Belsunce determinó dos perfiles genéticos masculinos y uno femenino, pero a la fecha no se pudo determinar las identidades de dichos rastros.
«Esa sangre que hay ahí no sé de quién carajo va a ser. Va a ser de alguien que se la pusieron, o yo, o Belsunce o no sé quién carajo. O sangre del mismo Carrascosa, pero no porque su mujer lo haya herido cuando la estaba matando, sino porque el tipo se debe haber cortado afeitándose, o la perra en celo, o la concha de la lora», indicó Pachelo al referirse a esa prueba.
«Yo creo que penalmente es una presunción más, cuidado», le dijo el hombre a Pachelo en la llamada, a lo que le respondió: «Obviamente, son puntos más en contra de ellos, pero digamos que no es el quid de la cuestión. Que no se crea el fiscal que porque encuentra la sangre encuentra al asesino, esa huevada no es así. Yo no le creo, no me la como.»
Y finalizó: «No me cabe duda que con la enemistad que hay entre el fiscal y esta familia le hayan metido alguna muestra de sangre de ellos mismos de anterioridad, una cosa así».
El exvecino de Carmel se extrajo dos veces sangre para cotejar con los perfiles de ADN adquiridos y ambas dieron negativo, al igual que su exesposa, Inés Dávalos Cornejo.
Además, los fiscales presentaron otras dos llamadas realizadas en abril de 2003, en las cuales demostraron que Pachelo continuaba en contacto con Dionisio Simón, un empleado de la tosquera que pertenecía a su familia, luego del cierre de la misma, ocurrido en 2001, según expresó el imputado.
Tras ello, tomó la palabra el Comisario Inspector experto en comunicaciones Christian Blanco, quien analizó las llamadas que realizó Pachelo luego de dos fechas clave como son el 27 de octubre de 2002, cuando ocurrió el homicidio de María Marta, y el 2 de diciembre de ese mismo año, donde se confirmó tras la autopsia que se trató de un crimen.
Según el jefe del Jefe Gabinete Delitos Tecnológicos de la DDI San Isidro, del análisis de los llamados del teléfono celular de Pachelo de la empresa Movistar (Movicom en ese entonces), surgió que el promedio de llamados en la semana previa al crimen era «entre nueve y diez» comunicaciones, entre las que incluyó el discado para conocer el saldo de su teléfono, mientras que el domingo 27 realizó 10 llamadas.
El lunes siguiente hubo un total de 24 comunicaciones, en tanto que el martes y miércoles subsiguientes fueron 12 y 19, respectivamente.
«(Pachelo) Venía realizando 11 comunicaciones y luego del homicidio, las duplicó. Me focalicé a ver a quien llamó y noto que se sumaron cinco contactos que con anterioridad al hecho no había llamado jamás. Fueron cinco inmobiliarias a las que llamó», explicó Blanco a los jueces Federico Ecke, Osvado Rossi y Esteban Andrejin, a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro.
Además, el perito detalló que el día 2 de diciembre de 2002 de la línea a nombre de Pachelo se realizaron 31 llamadas y al día siguiente, otras 32 comunicaciones, «por lo rompió con una rutina».
«Después del homicidio triplicó sus comunicaciones», concluyó Blanco luego de presentar las planillas analizadas por el programa de comunicaciones VAIC.
En tanto, la defensa de Pachelo aclaró a Télam que el informe presentado ante los jueces del tribunal detallaba que las llamadas efectuadas a finales de octubre y principios de diciembre del 2002 fueron al colegio donde asistían los hijos de su defendido, la obra social y a allegados al ahora imputado.
La jornada, número 29 del debate oral, comenzó con el testimonio de Diego Villaruel, un perito balístico que detalló las características de un proyectil calibre .32 y un calibre .32 largo, arma con la que fue asesinada María Marta.
Por otro lado, este miércoles se llevará a cabo la última jornada con los últimos testigos propuestos por la fiscalía para dar paso a los que presentarán las defensas.
Fuente: Telam