La campaña del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva deberá entablar un diálogo «imprescindible» con los candidatos eliminados en primera vuelta Simone Tebet y Ciro Gomes para conformar una nueva alianza para derrotar en el balotaje del 30 de octubre al presidente Jair Bolsonaro, afirmó este lunes la exministra de Medio Ambiente y diputada electa Marina Silva.
Silva, del partido Red, dijo, ante una pregunta de Télam, que hay que volver a acercarse con humildad al partidario no ideológico de Bolsonaro que votó por el ultraderechista en la primera vuelta y «no hay que tratar a todos los electores del presidente como si fueran fascistas».
Lula venció con un 48,43% de los votos contra un 43,3% de Bolsonaro, que logró siete puntos más de lo que le adjudicaban las encuestas. El resto de los votos se repartió entre otros nueve candidatos, incluyendo Tebet, que salió tercera, y Gomes, que quedó cuarto.
«Con seguridad, es imprescindible que se unan para preservar nuestra democracia. Ellos cumplirán con Brasil», afirmó Silva a Télam antes de ingresar a un encuentro con Lula y partidos aliados en un hotel de la ciudad de San Pablo.
Según Silva, una de las principales aliadas de la coalición que lleva a Lula, es necesario tener un diálogo «profundo y respetuoso con Ciro y Simone».
Tebet, del Movimiento de la Democracia Brasileña del expresidente Michel Temer, logró el 4,16% de los votos, mientras que Gomes, del Partido Democrático Laborista, obtuvo 3,04%.
Ambos candidatos están analizando los pasos a seguir en el balotaje, aunque Tebet, que es senadora por el estado Mato Grosso do Sul y ha llamado cobarde a Bolsonaro durante la campaña electoral, dio a entender en su discurso poselectoral que daría una apoyo personal a Lula.
Su partido, con tendencias liberales y desarrollistas, tiene en varias regiones un apoyo declarado y robusto a Lula, como en el noreste y en el norte amazónico. En otros estado, como el conservador San Pablo, en el partido prima en cambio la visión promercado de Temer.
Fuentes de la coalición lulista lanzaron la versión de que Tebet, identificada con el agronegocio, podría tener un lugar en el futuro Gobierno de Lula en el Ministerio de Agricultura, sobre todo por el rechazo que el líder del PT tiene en los estados sojeros y ganaderos del sur y centro oeste, donde domina el presidente Bolsonaro.
«Vamos a necesitar a gente como Ciro, que construyó una historia en la política brasileña», dijo Silva, que fue elegida diputada federal y será una de las piezas de negociación que utilizará Lula.
Para ella, es necesario trabajar en la segunda vuelta en el estado de San Pablo, el más grande del país, que definirá gobernador entre Tarsicio Freitas, exministro bolsonarista, y Fernando Haddad, exministro de Lula, que ayer obtuvieron 42 y 35% de los votos, respectivamente.
Esta segunda vuelta en San Pablo, un estado de 46 millones de habitantes, será crucial para sumar votos para la carrera presidencial.
Freitas, que se impuso en primera vuelta de manera sorpresiva, es un empleado de carrera del Ministerio de Infraestructura que llegó a ser el titular de la cartera y fue la gran apuesta política de Bolsonaro.
El apoyo de Gomes está en duda debido a que el exministro de Infraestructura de Lula lo insultó durante toda la campaña, al punto de que el desarrollista del PDT perdió puntos en las encuestas cuando adoptó un discurso de derecha para disputar el voto bolsonarista.
En 2018, Gomes, exgobernador de Ceará, viajó a Francia en la segunda vuelta para evitar hacer campaña para Haddad, que fue el candidato presidencial del PT, contra Bolsonaro.
Ese enfrentamiento perjudicó más a Gomes que a Lula: el PT derrotó al candidato de Bolsonaro y de Gomes obteniendo la gobernación de Ceará en la primera vuelta, con la elección de Elmano Freitas.
«Es un acto de legítima defensa del pueblo brasileño», aseguró Silva.
Personalmente, Lula prefiere que no se dialogue con Gomes y sí con el PDT, debido a que el presidente de esa fuerza es Carlos Lupi, su exministro de Trabajo.
Fuente: Telam