En casa de herrero, cuchillo de palo
Otro que heredamos de España. A ver, ¿saben ustedes qué es una herrería?… ¡El lugar donde los instrumentos y utensilios son labrados en hierro o en metal, exactamente! Y la persona que tiene por oficio labrar el hierro se llama herrero, muy bien… Pero, pobre herrero si a la hora de comer solo tiene cuchillos de madera, ¿qué vida es esa?…
Una vida parecida a la del chef que nunca cocina en su casa, a la del mecánico que vive con su auto descompuesto, a la del odontólogo que anda con los dientes cariados… ¡Y sí! En muchos países, la expresión muta: “En casa de herrero, cuchara de palo”, se dice, por lo absurdo de pensar en un cuchillo fabricado con madera… Este refrán se usa también para señalar la actitud de aquellos que descuidan en su casa las cosas con las que se ganan la vida fuera de ella… ¡Y sí! Porque hay cierta falta de coherencia… La herrería debería ser el lugar donde más probabilidades hay de encontrar utensilios de hierro, ya que allí se dedican a eso, ¿o no?…
Por supuesto, la herrería funciona para el ejemplo del refrán. También podría decirse «En casa de peluquero, tijera de madera», y el significado seguiría siendo el mismo: que una persona es especialista en algo, pero en (otro) algo se distrajo y no aplica sus conocimientos o experiencia a sí misma… Pendulea una ironía detrás de la sentencia, la ironía de la paradoja…
El dicho esconde cierta amonestación para aquellos que descuidan en su propio hogar las cosas con las que, fuera de él, se ganan el pan… ¡Pobre el herrero del cuchillo de palo que tiene hambre y no puede cortar la carne ni las papas, por su cuchillo de palo! Pobre, o que se joda por descuidado…
Fuente: Telam