El expresidente de Brasil, Michel Temer (2016-2018), evaluó este domingo que la democracia de su país es sólida y que no hay condiciones para un golpe de Estado en caso de que el actual mandatario, Jair Bolsonaro, no reconozca los resultados de la primera vuelta de las elecciones nacionales de este domingo.
«No hay clima para esto. La democracia está solidificada en el país. Una vez que se cuenten las urnas, todo estará en calma», aseguró Temer tras votar, informó la agencia de noticias Sputnik.
Temer, quien votó en el Colegio Santa Cruz de la ciudad de San Pablo, dijo que todavía no habló con el mandatario, pero le recomendó «tranquilidad» y sostuvo que sus acusaciones sobre un posible ataque a las máquinas de votación electrónica son «algo superado».
«Es fundamental para el país que no se tenga en cuenta la voluntad de los candidatos, sino la voluntad del pueblo brasileño de querer la paz y la tranquilidad», agregó.
Bolsonaro votó este domingo y se negó a responder si reconocerá los resultados del Tribunal Superior Electoral en caso de ser derrotado.
El mandatario criticó sistemáticamente el mecanismo de votación electrónica, que se utiliza en el país hace más de 25 años y que permitirá que el recuento de votos se haga en unas pocas horas.
Bolsonaro, que tiene más de 30 años de política, siempre fue elegido con estas urnas electrónicas, pero en los últimos meses decidió sembrar dudas sobre su funcionamiento, alegando que no son seguras y que el resultado electoral podría ser fraudulento.
El voto electrónico se instauró en Brasil en la década del 90.
El presidente, que previamente fue diputado, llegó a movilizar a su base de apoyo en el Congreso Nacional para sacar adelante una ley para cambiar el sistema de voto, pero fracasó.
Los últimos sondeos otorgan al opositor Lula da Silva alguna posibilidad de ganar en la primera vuelta; según la encuesta de Datafolha divulgada ayer, el exmandatario de izquierda tendría 50% de los votos, frente a 36% del actual presidente, de ultraderecha.
Fuente: Telam